Lejano ruido de tambores marcha lento,
un silencioso respirar de multitud,
cientos de pasos van rozando el pavimento,
unos gritos de capataz: ¡Esa derecha un poco más!
Entrecortada silueta bajo el palio
porque la cera va iluminando al pasar
al costalero que "encorvao" la va llevando
rogando a Dios un poco más de fuerza
que ya se le va.
Costalero,
si tus fuerzas ves fallar,
clama al Cielo
que allí mirándote está
ese Hijo de la que meciendo vas
sobre tu costal.
Grita fuerte,
dile que no puedes más,
que tu quieres
llevarla hasta su portal,
Nuestra Madre
a la que nunca jamás
has de abandonar.
Un sudor frío que le recorre la frente,
un cuello "herío" por el peso de su Amor,
"acompañao" de los rezos de la gente
bajo el crujir del armazón
una parada se anunció.
Unos faldones que se abren lentamente,
agua le ofrecen a su ardiente devoción,
vuelve a su sitio "cansao" y sonriente,
tres golpes se dejan caer,
"preparaos" y
¡a ésta es!
Costalero,
si tus fuerzas ves fallar,
clama al Cielo
que allí mirándote está
ese Hijo de la que meciendo vas
sobre tu costal.
Grita fuerte,
dile que no puedes más,
que tu quieres
llevarla hasta su portal,
Nuestra Madre
a la que nunca jamás